Cuando tenemos una herida de abandono, ya sea del lado paterno o materno, estamos en una búsqueda constante de aceptación, reconocimiento y apoyo. Esta búsqueda puede manifestarse en nuestras relaciones de pareja, amistades, trabajos y cualquier ámbito donde buscamos validación.
Observar y reconocer estas heridas profundamente arraigadas es crucial para entender por qué repetimos patrones de abuso y rechazo. Estas heridas pueden tener muchas formas y características que el ser humano repite diariamente. Poder reconocer, sanar y liberar estas creencias y formas de aprendizaje nos permite empezar a soltar y desaprender lo que creemos ser.
Entender la ausencia de papá o mamá nos da dirección para trabajar en nosotros mismos y reconocer nuestro ser como alguien dispuesto a cambiar y mejorar. A menudo, nos quedamos bloqueados en alguna etapa de nuestra vida, ya sea en la infancia, adolescencia o en la relación de pareja. Al hacer conscientes estas heridas, podemos detenernos, observar y encontrar respuestas dentro de nosotros mismos, repasando memorias y vivencias desde la infancia.
Para vivir una transformación profunda, es fundamental tener la voluntad de ser diferente y dejar de repetir patrones. Este proceso de transformación no es fácil y puede causar malestar, ya que nos saca de nuestra zona de confort. Sin embargo, al poner esta fuerza de voluntad, creamos nuevas frecuencias y energías que nos permiten ver una luz al final del camino, una esperanza de cambio.
El cambio no es instantáneo ni fácil; es un proceso gradual de observación, aprendizaje y rompimiento de patrones. Al hacer este trabajo espiritual y personal de conciencia, empezamos a ver la realidad y deshacernos de lo que ya no nos sirve. Comprender y agradecer nuestras experiencias, sin rechazarlas, nos permite construir una nueva versión de nosotros mismos.
Para facilitar este proceso de transformación, es importante buscar ayuda y terapias que resuenen con nosotros. Puede ser psicología, barras de access, sanación, o cualquier otra terapia que nos ayude a entrar en estados de conciencia plena. Estas terapias nos permiten observar qué nos bloquea y qué memorias están arraigadas en nuestro ser y familia.
Mi recomendación es que siempre busques ayuda y explores diferentes terapias. Si quieres un cambio real en tu vida, empieza por reconocer tus heridas y poner la voluntad de transformarte. No estás solo en este camino; hay muchas formas y personas dispuestas a ayudarte.
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